sábado, 5 de diciembre de 2015

Just One Day - Noviembre 2015 | La Primera Cita



Noviembre 2015  |  La Primera Cita

El sonido del tronar de dedos invadía el pequeño ambiente mientras el chofer tamborileaba sobre el volante. Era realmente desesperante, sin embargo había ciertas obligaciones que debía cumplir y que hacían que este tipo de situaciones se dieran. La respiración se le agito mientras el sol se ponía en el horizonte y las estrellas comenzaban a verse. Era principios de otoño, y el frio no era demasiado sin embargo, iba cubierta con un manto que ocultaba el vestido bajo ella.


El lugar del encuentro era un poco apartado y no estaba segura porque lo había hecho de esa manera, dado que todos sus encuentros anteriores con posibles prospectos habían sido en lugares más concurridos... quizá no querían que huyera en esta la vez numero ¿5? ¿10?... quizá no querían que se estropeara todo y por eso es que el viaje estaba resultando especialmente largo.

Agitó las piernas y sacudió las pelusas imaginarias de su regazo mientras el coche se estacionaba en un espacio vacío afuera de un restaurante. La gravilla retumbo bajo sus pies mientras caminaba hasta el restaurante pocamente iluminado en las afueras de la gran ciudad.

Estaba lleno de gente, bullía de actividad en esos momentos del día. Se dirigió al pequeño mostrador y al momento de decir su nombre, fue conducida a un salón privado después de atravesar muchas mesas, donde nadie le prestaba atención al pasar. El mozo iba guiando la pequeñísima procesión mientras sus nervios crecían en la boca del estómago haciendo una vorágine de sensaciones, lo cual para aquel momento en su vida debía ser completamente normal dada la cantidad de veces que había hecho lo mismo.

Los matrimonios arreglados en las altas esferas de la sociedad eran una práctica común, donde los padres buscaban vínculos empresariales o beneficios a su estatus y posición social anclándose de otra familia que lo apoyara. Así crecían los emporios y las grandes empresas tomaban más ramas de venta.

Su deber desde que nació había sido el de traer algún tipo de gran beneficio para la familia, o al menos, el encontrar una pareja adecuada para que se encargara de los negocios que administraban actualmente en el corporativo del que eran dueños. Hacía más de un año que había comenzado con la tarea de buscar una persona que le haría compañía por el resto de su vida. Si la elección era buena, esa persona podría hacerla feliz y si no lo era... no quería pensar en eso. Sus padres tuvieron la fortuna de casarse enamorados y además atrajo beneficios a sus empresas. Ahora era su turno y no podía darse el lujo de equivocarse.

El pequeño privado era una terraza que daba a un acantilado pequeño, pero con una vista preciosa con puertas de vidrio flanqueadas por cortinas blancas para que nadie viera hacia afuera. La mesa estaba bellamente puesta para dos personas y el hombre sentado le sonrió cuando la vio.

Un momento después, proceso la imagen y un shock que no pudo contener la invadieron de pies a cabeza. Su madre estaba loca por concretar aquella cita. El mesero se fue de ala sin hacer ruido, dejándolos solos detrás de los ventanales privados.

-Lamento que no sea lo que esperabas - él sonrió.

-Lo siento, no sé qué pensaba mi madre - Ella se sentó cuando él tomo la silla y la jalo hacia atrás ofreciéndole el lugar educadamente.

-Es algo que supongo hemos hecho muchas veces. Una mas no importara - Sonrió y parecía nervioso.

-Me llamo Lee Young Ah - Ella extendió la mano en un gesto formal.

-Soy Choi Siwon - Tomo su mano y la sostuvo cerca a sus labios, en un beso de saludo.

-Mucho gusto... un placer - Young Ah no estaba segura de muchas cosas. Por ejemplo, lo que había llevado a su madre a hacerle una cita con un idol chaebol. En realidad no sabía que decir, porque las veces que había ido a citas como aquella, el tema de conversación había sido la bolsa de valores y los cambios bursátiles. Las acciones de cada uno en sus empresas y cosas similares, sin embargo no veía en el hombre frente a ella a alguien anegado en los negocios familiares, con una agenda ocupada de idol y una vida que quizá no tenía que ver con lo que ella hacia - Mi madre insiste en que venga a estas citas. Insisto que hablemos informalmente.

-Entonces así será. ¿Cuántos años tienes? - Siwon pregunto mientras tomaba su copa de champagne.

-Mmmm... cumplo veintitrés en un par de meses - El mesero entro en la terraza con un carrito de servicio donde los platos estaban colocados y una botella de vino enfriándose.

-Pedí por ti. Ojala no te moleste o no seas alérgica a nada - Siwon sirvió el vino cuando el mesero se fue.

-Sí, no te preocupes. Muchas gracias. ¿Y tú? - Siwon hizo una mueca de desconcierto - ¿Cuántos años tienes?

-Ah... 27. En primavera cumpliré 28. ¿Porque estás aquí? ¿No eres joven aún? - Siwon comenzó a comer de su plato mientras la observaba.

-No, la verdad, es que incluso he descuidado un poco esa área por el trabajo y el estudio, pronto me iré a New York a estudiar un poco más. Debería haber buscado antes. Incluso me habían propuesto un matrimonio cuando tenía dieciocho. ¿No podrías tu tener alguna novia famosa? Es decir... eres un idol...

-Me pasa un poco lo mismo. He descuidado el tener una familia y hacerme cargo del trabajo de la familia por mi carrera. He tenido novias antes, pero ninguna ha sido algo serio en verdad. Mi familia tiene altos estándares para buscar alguien para mi hermana y para mí, y una chica idol no entra en ellos.

-¿Y tus estándares, como son? No lo que quiere tu familia...- Los cuchillos empezaban a sonar mientras comían y platicaban.

-No lo sé con certeza... Lo más importante es que le quiera como nada en el mundo, y eso, Young Ah es algo complicado de conseguir para alguien con poco tiempo y una agenda que lo lleva por cinco países en una semana.

A decir verdad, nunca había pensado en el estándar ideal, pero quizá tenía razón en que debía ser amor y esperar a que sea la persona adecuada.

-Yo no sé lo que quiero - al final le dijo - pero cuando lo encuentre lo más posible es que lo sepa.

Asintió y continuaron comiendo platicando de algunas cosas sin importancia relevante y con muy poco interés.

-Me gusta Super Junior - le dijo cuando llegaron al tema de la música y Siwon no evito una carcajada.

-No juegues así, no me molestaría que odies nuestra música, casi a nadie de nuestro círculo social lo aceptaría - entrecomillo con los dedos "nuestro" y puso los ojos en blanco.

-¡Pero es verdad! ¡Tengo dos discos en mi habitación! Además, tengo discos de BTOB y algunos otros... no soy una negada en cuanto a la música - Young Ah tenía amigos que le ponían al corriente con la música actual, además de disfrutar de conciertos clásicos y demás, acompañaba de vez en cuando a alguna amiga o amigo a un concierto de kpop, incluso había acompañado a una amiga a Japón algunas veces.

-Entonces te gustaría mi estantería. Tengo quizá demasiados discos, pero cuando alguien me regala uno, simplemente no puedo dejarlo pasar y lo escucho completo y luego llega a mi estante - Siwon sonrió, había cierta presunción en sus palabras, pero era involuntaria y era hasta incluso divertida.

El tema musical, rápidamente pasó a segundo plano y el postre llego con mucha más velocidad de lo que hubiera querido cualquiera de los dos.

-Siento que ha sido una buena noche, Young Ah - dijo mientras caminaban hasta la entrada del restaurante, donde el auto que la había traído la esperaba para llevarla de vuelta.

-Sí que lo ha sido - contestó quizá un poco distraídamente, pensando que era una lástima que la noche terminara cuando apenas comenzaban a entablar una conversación tan buena.

-¿Podría llamarte alguna otra vez? - Siwon estaba parado junto a la ventana mientras entraba al coche y la sorprendió aquello. Era la primer cita que tenía que le dejaba con ganas de volver a ver a alguien y que ese alguien fuera una estrella internacional y que además, el fuera quien lo propusiera era aún más increíble.

-Estaré esperando, Siwon - la puerta se cerró, y el coche se adentró en la oscuridad dejando a Siwon detrás.

*

Las luces de la estancia estaban prendidas cuando llego hasta casa que habitaba. Seguramente su madre estaría esperándola para averiguar cómo había ido la cita. Siempre lo hacía, así que no le sorprendió el verla sentada con una taza de café en medio del recibidor.

-Te dije que esta vez sería diferente - le dijo apenas la vio llegar.

-Tienes unas ideas un poco bizarras acerca de diferente, madre - Se sentó a su lado y tomo la otra taza que descansaba en la mesa.

-Pero he de decir, que me parece un chico bien parecido, muy bien relacionado y con visión para lograr lo que se proponga - Físicamente, tenía todo el aspecto de su madre, aunque la cabeza más centrada en los negocios como su padre. Aun así, su madre era la encargada de buscar un prospecto para ella, y su padre no había ni asomado las intenciones de pensar en eso. A él no le parecía que se casara a tan temprana edad.

-No lo dudo, madre. A mí también me ha parecido un buen hombre - era su respuesta genérica cuando llegaba de alguna de las citas que le preparaban, así que no daba nada en que pensar a su madre, aunque estuviera segura que Choi Siwon le llamaría en un momento o en otro.

-Choi Siwon me pidió tu número personal, Young Ah. No puedes engañarme. Es el primero que lo hace - Su madre parecía mucho más relajada, y casi era tierna en su tono. Recordó entonces que ella no le había dado su número, y seguramente la única forma que tuvo para conseguirlo fue pedirlo a su madre.

-No quiero salir con una estrella del Hallyu. No es bueno para la empresa... no es bueno para nada - Young Ah había pensado en los pros y contras de salir con una persona así, y hacia un par de años ya se lo había planteado, cuando le propusieron un matrimonio con su mejor amigo, quien estaba entrenando en una agencia para debutar en un grupo, y en aquel entonces, había sido una muy mala idea para el prestigio de la compañía, además de que ellos se habían sentido incomodos en uno con el otro hasta que ella decidió que no lo haría y que buscaría a alguien más.

-No te estoy diciendo que tengas que casarte con él, simplemente conócelo y si te gusta lo que encuentras en él, podría ser la persona que este contigo.

-Lo pensare, madre. Hasta mañana - no pensaba estar más tiempo con ella, porque sus argumentos siempre eran acertados y aunque no quisiera, sabía que ella tenía más influencia sobre sus actos que nadie más.

Las escaleras hasta su habitación fueron largas mientras pensaba en que si un chico en entrenamiento había sido mala idea, una estrella en toda forma, sería mucho peor.

*

Su determinación flaqueo incluso más cuando vio a su mejor amigo sentado en su desayunador al día siguiente.

-Noona, hola. Hay panqueques hoy - le sonrió y siguió comiendo como si fuera su propia casa.

-Sungjae, ¿qué haces aquí...? - le dijo mientras se servía una taza de café caliente. Yook Sungjae era un amigo que tenía desde que poseía sus primeros recuerdos, siempre rondando alrededor de ella, con una sonrisa y pasando mucho de su tiempo juntos debido a los trabajos de sus padres. Hacia un tiempo, él era el chico que su madre había dicho seria su marido, pero la diferencia de edades y la futura profesión que él tenía en ese momento lo impidieron y gracias al cielo que eso había pasado. Ahora él trabajaba en una agencia como parte de un recién debutado BTOB.

-A mí también me alegra verte, noona. Ha pasado mucho tiempo, si estoy bien, gracias por preguntar. El grupo va bien también, tan considerada es noona - Sungjae soltó a bocajarro una sonata sarcástica que le hizo reír.

-Lo siento, pero me sorprendiste - Sungjae sonrió, pues no podían estar del todo enojados. Hacía cuatro o cinco meses que no se veían por cuestiones de la agenda del menor, pues acababa de debutar ese año y tenían un fuerte plan de apariciones frecuentes en festivales, programas y grabaciones.

-Lo sé, casi me he escapado de la empresa para venir a verte. Supe que estas teniendo esas citas que tu mama quería.

-¿Cómo supiste? - Había acordado que tendrían absoluta discreción con respecto a su nueva tarea de buscar un marido, pero parecía que no había secretos.

-Bueno, eres la soltera más codiciada de Seúl en este momento, no es como si nadie se fuera a dar cuenta que estás buscando prospectos... - Sungjae volvió a meterse un trozo de panque a la boca.

-Bueno, pues me saltare las citas un poco, no me interesa que piensen los demás, pero no quiero que estén hablando de mi - se sirvió panques igual que Sungjae y comenzó a comerlos. Si aceptara salir con alguien, las citas se acabarían definitivamente y podría dedicarse a otras cosas... a pasar tiempo con esa persona...

-¿Noona? ¿Has conocido a alguien? - Sungjae era una persona que la cuidaba mucho, a pesar de ser menor que ella.

-No funcionaria... - Suspiro y siguió desayunando, esperando que Sungjae diera por finalizado el tema.

-Hay pocas personas que no conozca, Young... ¿quién es? - No era una curiosidad mórbida, sino el deseo de protegerla de lo que le hiciera daño.

En ese momento, su teléfono sonó, interrumpiendo el momento, la oportunidad de decirle quien era y que le aconsejara acerca de aquella situación. Un mensaje de texto de un número desconocido brillaba en su pantalla.

"Te mando el mensaje a esta hora, porque es de mala educación mandarlo nada más acabada una cita. Si por mí fuera, hubiera platicado contigo toda la noche. Espero no despertarte. Que tengas un buen día. PD. Puedes guardar mi contacto :^). SWC"

-Siwon... - soltó en un suspiro, casi inaudible, pero Sungjae se ahogó con el jugo que tomaba en ese momento.

-Espera... Solo hay un Siwon rico para que lo apruebe tu madre y que no funcionaría - el menor abrió mucho los ojos mientras ella se ponía roja.

-Solo fue una cita, Sungjae - lo corto antes que pudiera decir más.

-Es un tipo decente, lo he visto en algún backstage, pero no hablamos por las prisas. Quizá debería acercármele un poco - reflexiono en voz alta - es guapo. Mucho muy guapo, noona. Deberías no hacerte tan difícil con él.

-Sungjae... cállate y come, por favor – Sungjae dibujo una sonrisa en su rostro, porque después de todo, quizá esa sería una oportunidad para conocer a sus idols.

No hay comentarios:

Publicar un comentario