[Eunhae] Strep Club 03

Irreversible

Donghae se moría de ganas por ir a verlo bailar. Pero había decidido irse a esperarlo a su departamento.

“-ve, no le diré nada… ya era hora que lo hicieras…” – las palabras de Heechul siempre hacían eco en su memoria.

Oyó su timbre y luego una voz que se anunciaba

-aló? Soy Eunhyuk! – por la cámara de vigilancia podía ver que iba acompañado de Siwon. “es el guarura de los bailarines no? Eso dijo Hee” No pudo evitar los celos. Apretó el botón de abierto, vio como Hyukjae empujaba la rejilla y entraba, dejando afuera al novio del barman.

Eunhyuk tomo el ascensor y llego a la puerta indicada. Piso 9, habitación 8. Respiro profundo y toco la puerta.

“dios mío… creo que ya me arrepentí”

La puerta se abrió y todo estaba en oscuridad, solo se colaba la luz de pasillo que no dejaba ver demasiado de todas formas. Antes de poder dar un paso hacia adentro, fue jalado, la puerta se cerró y sintió la fría pared contra los huesos de su espalda.

La persona allí adentro lo besaba de tal forma que parecía que si no lo hacía moriría. Sus labios se sentían cálidos, se amoldaban de manera perfecta a los suyos. Sus manos eran suaves mientras se deslizaban bajo su camisa beige. No pudo evitar un suspiro de placer.

-Cuando Heechul me dijo que aceptabas no lo podía creer… pensé que serias más complicado… pero bueno…  - Donghae no sabía si estaba molesto o alegre por la facilidad con la que lo había aceptado.

-No acepto a cualquiera, esta noche es especial…

-Porque? – aun comía su cuerpo con besos

-Alguien me hirió hoy… sería una forma de venganza contra mí. Por dejarme ilusionar. Hazlo ya…

Donghae noto la tristeza de su voz y dejo de besarlo. En la completa oscuridad busco sus ojos y sintió las gotas deslizarse por sus mejillas.

-no llores… yo lo siento… no sabía que decirte… no sabía que pensar… debí haberte visto antes, pero… pero… pero… - Donghae se apreso de su hombro. Eunhyuk no sabía que hacer. Era él? Donghae?

-Pececito? – Susurro en la oscuridad…

-Eh? Pececito? – Donghae se limpio las lágrimas que también habían comenzado a correr

-Lo siento… no sabía tu nombre hasta hoy en la mañana…

Donghae prendió la luz del departamento, y Hyukjae por fin pudo ver donde estaban.

El departamento era nuevo, casi dado por hecho que él era apenas el segundo o tercer habitante. Tenía pocos muebles, parecía recién alquilado, pues además había cajas de embalaje por toda la habitación. Las ventanas desnudas se habían vuelto un espejo, y se pudo ver en ellas.

Donghae se tiro en el sillón y le hizo señas para que tomara asiento a su lado.

-la verdad, hoy en la mañana me desconcertaste… nunca pensé verte en la universidad…

                                                                               

-yo tampoco, pero son tantas personas…

-y conocías a Sungmin…

-es un fastidioso de primera… y mi mejor amigo – intento bromear para relajar el ambiente tenso.

Eran ya cerca de las dos de la mañana cuando se dignaron a ver el reloj. Habían platicado de muchas cosas. De sus profesores, de lo que les gustaba y lo que no. Incluso Eunhyuk le había contado del porque de su trabajo.

-pero que despistado soy… tienes clase mañana...? – Donghae quería que se quedara… lo deseaba con todas sus fuerzas.

-No tonto… mañana es sábado… bueno, más bien ya es sábado…

-Quieres cenar? – no necesitaba que le dijera que si o que no, pues había oído su estomago. Seguramente no comía nada desde la tarde.

-Ok… gracias – Donghae se paro como bólido y se dirigió a la cocina, puso a hervir un poco de espagueti y saco del refrigerador una salsa de tomate que calentó en el microondas.

Eunhyuk se acerco a ver qué es lo que hacía y lo vio colocando un mantel de cuadritos azules y blancos sobre una mesita de café alta con dos asientos, luego puso una botella de vino y copas.

-deja de verme así… pensare que te has enamorado… - le dijo cuando se percato de la presencia del bailarín.

-no quieres que me enamore? – su corazón palpitaba como loco. Donghae se acerco mucho a él. Sentía su respiración contra la suya. Recordó como lo había recibido y  se sonrojo.

-vamos a comer… - le había suspirado.

Ya había aceptado que lo necesitaba… desde aquella noche que había faltado hacia tres semanas, y él creía que desde antes de eso… desde que vio su sonrisa al levantarle los papeles que le había tirado al chocar con él.

El reloj que había en la salita dio las tres de la mañana y aunque hacía rato que habían terminado de cenar, aun seguían allí sentados, platicando de todo.

-Le has dicho a Min… digo de… donde te conocí…

-No, hoy tuve que hacer  como si no te conociera, aunque mi corazón temblaba… - Ya había decidido.

-Yo no pude entender nada de lo que me dijiste… creo que necesitare unas tutorías de trigonometría particulares… - le dijo

“oh!  Dios! Mío! Me intenta seducir verdad?” se puso rojo. Nunca nadie lo había intimidado tanto. Regularmente era el quien intimidaba a las personas.

-Hyukkie… vamos a bailar… - Donghae lo tenía ya de las manos y lo arrastraba a la sala, donde la falta de muebles grandes jugaba a su favor y dejaba un espacio grande para ellos dos. Sintió como su cintura era tomada y luego acercado a su cuerpo.

“calma… es solo un baile” Se comenzaron a mecer al ritmo de la música del Cd que había dejado sonar ese aparato de música nuevo que tenia Hae en una pared.

“di que esto no es una mentira… di que nunca mientes”

Parecía una especie de tango sensual y lento. Y parecía que Donghae sabía como bailarlo. Lo llevaba de un lado a otro. Lo mecía, lo sacudía, lo doblaba… y él se dejaba hacer.

Sintió un golpe en la cabeza cuando después de tantas vueltas indemnes, chocaron y cayeron en el sillón donde hacía rato habían platicado.

Los ojos de Donghae eran dos pozos negros. Se sintió abrazado y rodeo mas fuerte el cuello del chico, ese que había declarado secretamente suyo hacia apenas unas horas.

-sería demasiado rápido decir que me gustas…?

-no, ya es un poco tarde, aun así, lo acepto… tu también me gustas – cerro los ojos. Casi seis meses habían pasado desde que tropezó con él. Casi dos desde que lo vio en el bar, embelesado con él. Y apenas un día en que le había hablado por primera vez.

Sentía cada una de sus terminaciones nerviosas erizarse por el contacto de esa piel. Sentía como poco a poco su cuerpo respondía a sus caricias. Se sentía libre, se sentía mejor que nunca. Quería quedarse allí para siempre.

No pudo evitar que una risita se escapara de sus labios mientras era llevado a la habitación.

-ojala nunca terminara esta noche… - le susurro al oído. En el fondo aun sonaba esa música adictiva y sensual.

-yo también lo deseo…

Era su primera vez, era verdad, pero ahora no la estaba vendiendo. La regalaba a Donghae. Se la daba igual que su vida y todo lo que pidiera.

Donghae fue delicado.

-te la regalo… - le había susurrado cuando estuvo entre la cama y el, con la voz a punto de ser perdida y el corazón a punto de salírsele del pecho.

-eres virgen? - Donghae lo había visto sin poder creer lo que le decía. Si era ese tipo de bailarín, no debería ser virgen… o se podía?

-no soy un fácil… grábatelo bien Donghae… - luego, aun más despacio, le había retirado la ropa y después de una buena preparación, lo había llevado al tope del cielo.

-no quiero que vuelvas a bailar para nadie más que no sea yo… - le había susurrado Hae mientras le besaba la espalda desnuda.

~

El lunes llego de forma inminente.

-creí que no se habían llevado bien el otro día… - Sungmin había visto a Eunhyuk platicar animadamente con Hae

-no… fue la sorpresa, supongo – Donghae había conseguido muchas cosas ese fin de semana.

-aja… nada mas…

-entonces se conocían de antes? – Min era curioso por naturaleza.

-Te acuerdas del chico que te presente? Kyu? – Min no pudo evitar una sonrisa y un sonrojo – Pues más o menos igual...

Sungmin sonrió y se fue...

:fin:

Ojala les haya gustado. Algún día, tal vez haga el Kyumin.